¡AMABLE GRATITUD..!


La gratitud es amable, es decir, invita a amar. Tanto para el que la expresa como para el que la recibe, la gratitud abre la puerta a compartir, a reconocer y celebrar el valor de lo vivido y la presencia del otro.

Agradecer es reconocer e integrar. En la gratitud se genera un doble movimiento. Por un lado reconocemos al otro, nos acercamos a él en un gesto siempre interno y a veces externo, manifiesto. Y también, cuando la gratitud es espontánea y sincera, tomamos aquello que nos es dado y lo llevamos a nuestro interior. El objeto de gratitud forma desde ese instante parte de nosotros.


“Cuando bebas agua, recuerda la fuente”, reza el proverbio. En efecto, la gratitud nace de la conciencia y en ella la memoria juega un papel esencial. Por ese motivo, el necio es desagradecido ya que es incapaz de reconocer el valor que procede del otro. Porque la vanidad no quiere saber nada de la gratitud.

En el extremo opuesto, el ser humano lúcido puede sentirse conmovido, por todo cuanto recibe. Gratitud por la vida, por la salud, por la existencia del ser amado, por el libro que revela, el paisaje que conmueve o el recuerdo que da sentido. Pero también gratitud por las pequeñas cosas que son grandes placeres: la conversación amena, el pequeño gesto amable, la mirada cómplice, la caricia casi imperceptible pero deseada.



Y es que no puede haber gratitud sin humildad.

¿Agradecemos aquello valioso que tenemos alrededor antes de perderlo? ¿Somos conscientes de todo cuanto merece la pena ser agradecido?

Finalmente, ¿es posible la amistad sin la virtud de la gratitud? La existencia y la presencia del amigo se vive como uno de los mayores regalos que uno puede esperar recibir en esta vida. Porque agradecer es dar, es compartir; es partir con el otro en el viaje de la existencia y en ese viaje, la gratitud nos hace crecer a todos.

Luego, la invitación es simple: tomemos conciencia de cuanto nos rodea que es objeto susceptible de nuestra gratitud. Permitamos que ésta se manifieste, se exprese. Por ejemplo, agradecer la atención y el tiempo que nos brindan quienes nos acompañan es un placer que merece la pena celebrar. Así que, muchas gracias, y feliz semana.
Álex Rovira
Escrito y publicado https://www.alexrovira.com




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